En lo que él llamó palabras desde el corazón, el presidente de Egipto Hosni Mubarak acaba de anunciar en un discurso televisado que no renunciaría su puesto, pero que transfería los poderes al vicepresidente Omar Suleiman.

Dijo que, “No puedo ni aceptaré órdenes que me dicten del exterior, no importa cual sea la fuente”.

Agregó que había puesto en efecto un marco que que conduciría a la enmienda de seis artículos constitucionales.

Afirmó su “compromiso total con cumplir todas las promesas hechas anteriormente sobre reformas políticas y constitucionales.

“He expresado mi visión para salir de la actual crisis y realizar las demandas que han expresado la juventud y los ciudadanos sin socavar la consitución en una manera que se preserve la estabilidad de nuestra sociedad”.

Las palabras del presidente generaron frustración e ira entre la multitud reunida en la plaza Tahrir y otras ciudades que esperaban el presidente iba a anunciar su renuncia.

En EUA, la administración de Barack Obama quedó totalmente sin saber qué decir.

Grafico cortesía de khalidalbaih via flickr