En todas partes de cuecen habas.
El fiscal de Brooklyn ha detenido a 85 presuntos abusadores sexuales de menores en los barrios judíos ortodoxos de Brooklyn durante los tres años pasados.
Escribe Susan Edelman en el New York Post, que los arrestos forman parte de un programa especial llamado Kol Tzedek, que insta a las víctimas a denunciar a sus abusadores.
Explica que el problema de crímenes sexuales se agrava con el aislamiento que se vive en estas comunidades, donde estrictas leyes religiosas exigen que cualquier persona que formule acusaciones de abuso sexual presente primero el caso a los rabinos de Agudath Israel of America, un cuerpo de sabios del Torah.
Hasta el momento, dice, se han juzgado 38 casos y 14 criminales están purgando sentencias de cárcel de entre 1 mes y 10 a 20 años.
Los otros 24 han salido libres, dice: unos bajo libertad condicional, otros se han declarado culpables de cargos menores
En otros casos, los cargos han sido desestimados “con frecuencia porque las víctimas o sus padres se retractaron bajo presión de la comunidad”.
Dice que entre los sindicados todos menos dos han sido hombres; y más de la mitad de las víctimas han sido varones.
En el caso más reciente, se acusa a Andrew Goodman de 27 años de abusar a dos menores de edad a quienes les daba fiestas con alcohol y pornografía infantil.
Las autoridades dicen que Goodman filmó los actos sexuales que cometía con menores y amenazó a muerte a uno que le había acusado.