Ultimo discurso del Estado de la Unión para Obama. Canoso, pero todavía lleno de energía y su magistral oratoria, Barack Obama usó el último discurso del Estado de la Unión de su mandato para advertir al país que la angustia y el temor pueden conducir al país en direcciones contrarias a la filosofía en la cual se fundó.
En una nación polarizada, dijo, “Aquellos con dinero y poder ganarán más control sobre las decisiones que podrían mandar a un joven soldado a la guerra, o dejar que ocurra otro desastre económico, o perder los derechos de igualdad y los derechos de voto que generaciones de estadounidenses han conseguido con su lucha e incluso con sus vidas. A medida que aumente la frustración habrá voces que nos pedirán que nos refugiemos en nuestras tribus, que otros conciudadanos sean el chivo expiatorio, un grupo que no se parezca a nosotros, o que no rece como nosotros, o que no vote como nosotros ni comparta los mismos orígenes”.
No hay que ceder ante esas tendencias, señaló, porque se está jugando el futuro.
Como suele suceder en este discurso ante ambas cámaras del congreso y con la presencia de la Corte Suprema, el presidente mencionó los logros de su administración — económicos, diplomáticos, sociales.
El estado de la unión es “fuerte” enfatizó; el país se mantiene “alerta” y con un “gran corazón”.
Respecto a la economía, que cuando se dirigió por vez primera a esta audiencia en 2009 se encontraba al umbral de la Gran Recesión, dijo que EUA tiene “la economía más fuerte y más durable en el mundo”.
“Cualquiera que diga que la economía de EUA está en declive está vendiendo humo”.
Aunque el tono optimista de Obama será recordado, también cabe tener en cuenta sus fuertes criticas al tono de la campaña electoral.
Obama, cuya campaña se fundamentó en un discurso de unidad nacional, lamentó dejar el país más dividido y con mayor resentimiento del que le entregó George W. Bush en 2009.
“Es una de las pocas cosas que lamento sobre mi mandato; que el rencor y la sospecha entre los partidos ha empeorado en lugar de mejorar. No hay duda de que un presidente con los dones de Lincoln o Roosevelt tal vez hubiera conseguido cerrar la brecha que nos divide, y les aseguro que seguiré intentando ser mejor mientras ocupe mi cargo
La respuesta republicana al discurso del presidente la pronunció la gobernadora del estado de Carolina del Sur, Nikki Haley, hija de inmigrantes hindúes a EUA. Haley dijo que Obama está desconectado de la realidad de la nación. Pero también dijo a sus compañeros republicanos que dejen de atacar al inmigrante.
