Pocos recuerdan que en el 2009, Barack Obama, en su primer año en la presidencia de EUA recibió el Premio Nobel de la Paz, no por lo que había hecho, sino por la esperanza que en él cifraba un mundo exhausto de guerras estadounidenses. Como las de Irak y Afganistán.
Escasamente recuerda el mundo que hizo exactamente un año ayer, Barack Obama en discurso ante la ONU había dicho que EUA se apartaría de una política de guerra perpetuaba y buscaría la paz.
Ahora lo que suena, como informa Mark Landler en el New York Times, son las bombas de EUA en Siria e Irak contra el llamado Estado Islámico y su discurso ayer en la reunión anual de los líderes del mundo que abren la Asamblea de General de la ONU.
Obama dijo que la “fuerza” es el único lenguaje que los extremistas entienden.
Pidió ayuda internacional contra el EI. “Hoy pido al mundo que se una en el esfuerzo”. Agregó que no “sucumbiremos a las amenazas y demostraremos al mundo que el futuro del mundo pertenece a los que construyen no los que destruyen”.
Se comprometió a “desmantelar” con balas y bombas a “la red de terror”.
Luego, denunció a Rusia por “intimidar a Ucrania”.
También habló de la crisis del Ebola y del cambio climático.
Pero el tono de su discurso fue “muscular y duro” y dijo que “EUA tiene que mostrar liderazgo al mundo”.
