file0001821607216Las autoridades lo capturaron antes de que presuntamente secuestrara a varias mujeres (entre ellas su esposa), las matara, cocinara y se las merendeara.

Ahora, desde su encierro en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, Gilberto Valle quien ocupara titulares el año pasado bajo acusaciones de ser el el “policía caníbal” trabaja en la cocina del presidio.

Es el encargado de cocinar desayuno y almuerzos para los reclusos, dice una nota de la UPI. Recibe 44 centavos la hora por su labor.

Y  prepara un pizza “tan deliciosa que hasta los guardianes la comen”.

Valle fue condenado hace más de un año por discutir por internet presuntos planes para cometer crímenes atroces pero hasta el momento no ha sido sentenciado. El juez está evaluando si otorgarle o no un nuevo juicio, dice la UPI.

Un nuevo juicio precisamente es lo que quiere Elizabeth Valle, madre del recluso, quien dice que todo es una injusticia. “No es el monstruo que han presentado. Es inocente. Queremos dejar las cosas claras”.

Al menos Valle ha aprovechado el tiempo en cana para convertirse en un “maestro de la pizza”.

Todo indicaría que Gilberto Valle ama la cocina.

Artículo en inglés