No se permite en los colegios, ni en la iglesia ni en numerosos otros sitios. Muchos lo consideran una maña asquerosa, señal definitiva de bajos modales.
Se trata de mascar chicle y es algo que el presidente Obama hace con regular frecuencia.
En donde no debe.
Como en funciones oficiales.
Por ejemplo, en su reciente viaje a la India como informa esta nota de Matt Cantor en Newser, las cámaras capturaron las mandíbulas del mandatario ruminando en un desfile militar junto con el Primer Ministro Narendra Modi.
Criticó el Times de India diciendo que fue un “espectáculo poco halagador”.
Otros se volcaron a Twitter — aunque para ser justos el cineasta Shekhar Kapur asegura haberse alegrado “al ver que @BarackObama es tan humano”.
Lo peor del asunto es que lo han encontrado con los dientes en la masa junto a dignatarios en Francia y la China. En este último país, los críticos fueron más generosos e informaron al público que es un intento presidencial de vencer otro hábito. Más asqueroso aún: El tabaco.
Fuente en inglés: Newser
Foto: AP/Charles Dharapak via Newser
