Con cada día que pasa, salen a relucir nuevos detalles de la noche en Cartagena que le ha costado el puesto a por lo menos seis agentes del Servicio Secreto de EUA.
Las nuevas versiones, como suele suceder cuando se teje una narrativa con múltiples fuentes, algunas veces contradicen versiones anteriores.
Ahora, informan Michael S. Schmidt y William Neuman en el New York Times sobre el testimonio de una mujer que pasó la noche con un agente del Servicio Secreto pero no tuvo relaciones sexuales con él.
Dice que un grupo de unos doce estadounidenses, que probablemente incluía agentes del Servicio Secreto, se encontraba en el club Tu Candela.
“Ella recuerda dos que bebían en exceso, entre ellos un hombre que bailaba y actuaba exageradamente”, dice.
El otro hombre fue el del incidente con la amiga de ella, la prostituta, dice.
Este señor había estado comprando botellas de Vodka Absolut por US$100, dejando propinas de US$30 a una mesera y un vendedor de cigarros, dice.
Ella sirvió de traductora, arreglando para que su amiga tuviera relaciones sexuales durante una noche por el precio de entre US$250 y US$300. A ello, el estadounidense dijo, “No problem”.
La disputa empezó al día siguiente, dice el Times, cuando el señor se negó a pagar fingiendo no entender. El ofreció US$30 en pesos; ell escribió “250 US” en un papel.
El se puso furioso y les cerró la puerta.
Ahí comenzó todo.
