En su discurso sobre la seguridad nacional, el presidente Obama anunció reformas en el programa de asesinatos por aviones no tripulados, o drones, con lo cual se iniciaría el comienzo de una nueva era de restricciones impuestas a la Agencia Central de Inteligencia, informa Mark Mazzetti en el New York Times.
El nuevo director de la agencia, John O. Brennan, enfrentará el desafío de implementar esta transformación.
Es posible que ninguna organización haya cambiado más que la CIA en los años desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 y ninguna agencia pueda verse más afectada por la nueva dirección de las guerras secretas presentada por funcionarios estadounidenses el jueves. Más de la mitad de los efectivos de la CIA ingresó a la agencia después del 2001, y muchos de los nuevos oficiales han pasado esos años casi exclusivamente en labores de cacería y asesinatos de hombres.
El Times describe el cambio como una especie de retroceso, en que la CIA retorna a sus raíces originales: un servicio de espionaje sofisticado, en vez de una máquinaria de asesinatos selectivos.
Mientras que las grandes operaciones clandestinas — montadas durante la década pasada en Kabul y Bagdad — ayudarán a suavizar la transición, funcionarios de la inteligencia estadounidense temen que el cambio de enfoque tardará años en implementarse.
Aunque sguirá en el “negocio de matar”, la CIA tendrá un papel menos importante en la decisión de exactamente quién se puede matar.
