El Presidente Obama anunció que enviará al Congreso un proyecto de reforma del sistema educativo, proyecto que eliminará algunos de los aspectos principales de la Ley No Child Left Behind (Ningún niño queda atrás) del presidente George W. Bush, informó el New York Times el 13 de marzo.

Mientras que la propuesta del presidente Obama no eliminaría completamente una de las iniciativas domésticas más importantes de la administración Bush, persigue una serie de cambios que alterarán la manera en que se relaciona el gobierno federal con 98,000 escuelas públicas de primaria y segundaria en el país.

La principal crítica del programa es que ha impulsado a los estados a reducir sus niveles educativos para enfocar en examenes sobre ciertas materias, olvidando la experiencia general del estudiante. La propuesta de Obama mantendría los examenes de lectura y matemáticas pero permitiría que se incluyan examenes en otras materias para medir el progreso.

Colocaría mayor énfasis en el crecimiento académico individual de los estudiantes y utilizaría criterios más amplios que los resultados de los exámenes para evaluar el desempeño de las escuelas, dijo el Times.

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