Excerptos de una columna por la comentarista conservadora Peggy Noonan previous a la alución televisada del Presidente Barack Obama. Publicado en el Wall Street Journal el 10 de septiembre.
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El mismo creó la crisis y ahora Vladimir Putin, quien se opone a la política de EUA en Siria y en repetidas ocasiones se ha opuesto a un ataque, le está ayudando a salirse. Esto sería frialmente satisfactorio para Putin y sin duda personalmente irritante para Obama
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Dijo recientemente un gran intelectual de política exterior que el problema de Putin es que él es un líder ruso en busca de un Nixon, un presidente de EUA que realmente pueda negociar, un jugador estrella que puede hablar estratégicamente en grande y sobre las necesidades de su nación, alguien con quien él puede forjar una solución. En su lugar, tiene a Obama, un carismático auto-embrutecido que no puede ver la diferencia entre el mundo del espectáculo y la estrategia, y que disfruta al desahogarse de sus preocupaciones morales ante sus compañeros
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Pero Putin no tiene por qué querer una conflagración sobre Siria. Tal vez le divierta que un comentario perdido de John Kerry sea la base para una solución de la crisis. La reprimenda oculta: Significa que la semana pasada cuando Putin se reunió con Obama en el G-20, debido a su falta de competencia, no salió con nada. Pero, ¿un comentario perdida del Secretario de Estado? Claro, por qué refregarle la cara a Obama con él.
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Una cosa importante. El presidente tendrá la tentación, en su vergüenza, de mostrar cierto distanciamiento y desprecio hacia Putin. La Casa Blanca de Obama debe tomarlo ligero aquí: Putin siempre podría, en su despecho, decidir hacer las cosas peores, no mejores. Sería bueno para Obama mostrar amabilidad y agradecimiento. Claro, ello dejaría a Putin luciendo y sintiéndose bien. Pero esto no es lo peor que jamás haya pasado. Y Putin jugó esta bastante bien.
