Observadores de la ONU entraron 8 de junio en la aldea de al-Mazraat Qubeir para verificar los informes de asesinatos en masa en el pueblo.
Según informes, el 26 de mayo fueron ultimadas 92 personas, entre ellas 32 niños.
Después de horas de coordinación con las autoridades locales y las comunidades de la zona, los observadores pudieron acceder a la aldea a las 3:30 hora local.
Mazraat al-Qubier estaba vacía de sus propios residentes y por lo tanto los observadores no fueron capaces de hablar ningún testigo presencial de la tragedia horrible del miércoles.
A la llegada de los observadores de la ONU, habitantes de un pueblo vecino se acercaron y hablaron de lo que escucharon de los familiares que perdieron.
Las huellas de vehículos militares BMP pistas eran visibles en las proximidades. Algunas viviendas fueron averiados por los rockets lanzados desde BMP, granadas y una gama de armas de grueso calibre.Dentro de algunas de las casas, las paredes y los pisos se splatted de sangre.
El fuego seguía ardiendo fuera de las casas y había un fuerte olor a carne quemada en el aire. Las circunstancias que rodean este crimen aún no están claros. El número y los nombres de los muertos aún no están confirmados. Los observadores siguen trabajando para esclarecer los hechos.
Los observadores no pudieron entrar en Mazraat al-Qubeir ayer a pesar de múltiples intentos durante todo el día. Su misión fue obstaculizada por tres factores:
- Fueron detenidos en los retenes del Ejército sirio y en algunos casos dieron vuelta
- Algunas de nuestras patrullas fueron detenidas por civiles en la zona
- Recibimos información de los residentes de la zona de que la seguridad de nuestros observadores están en riesgo si entramos en la aldea de al-Mazraat Qubeir
