OidoEl discurso del presidente Obama sobre Siria habrá durado solo 15 minutos pero será analizado y, por lo que podemos constatar, destripado durante mucho más tiempo.

Chris Cillizza en el Washington Posts es de los menos brutales.

Debido a que el Congreso no le apoya y como se desconocen los detalles del plan ruso, “no hubo mucho que el presidente pudiera decir. Y no lo hizo. Fue un discurso de compás de espera”.

Ezra Klein, también en el Post. dice que Obama “enfrentaba la necesidad de presentar el caso de su administración en pro de la guerra aún si él mismo se inclinaba hacia la solución diplomática que la suerte regaló a su administración el lunes”.

Agrega Klein que Obama no propone un fin al desangre. “Las armas químicas son responsables por menos de 1% de las más de 100,000 muertes en Siria. Es casi perverso usar descripciones de dolor, sufrimiento y muertes para justificar una intervención que dejaría sin toca la causa del 99% de las muertes”.

Jeffrey Goldberg de Bloomberg dice por Twitter, que “Después de decir durante dos años que Assad debe irse, el mensaje es que se puede quedar. Solo que le vamos a quitar un sistema de armas”.

Temas sin resolverse, indica David A. Graham en Atlantic: “Si Assad no puede causar daño a EUA, entonces ¿por qué es una preocupación de seguridad nacional? Si los ataques de EUA serán tan limitados, ¿tendrán algún verdadero efecto disuasivo? Y, si es tan importante prevenir ataques con gas que ‘descaradamente violan la ley internacional’, ¿por qué está Obama dispuesto a llevar a cabo un ataque punitivo que parece violar la ley internacional?

Congresistas de ambos partidos quedaron sin convencerse, informa Los Angeles Times. Estos incluyen a John McCain y Lindsey Graham (partidarios de una invasión directa a favor de los rebeldes), quienes han dicho que Obama no logró “delinear una manera clara de comprobar la seriedad de las propuestas de Rusia y Siria de poner bajo control internacional la custodia de las armas químicas del régimen de Assad.

Ron Fournier, escribe en el National Journal, que hay ciertas cosas por las que el presidente merece elogios: “repensar su plan de irse a la guerra sin la aprobación del Congreso”. Pero a fin de cuentas, dice, Obama mostró lo mejor y lo peor de su presidencia. “Es más fácil catalogar lo peor”.

Según Fournier, un estratega del partido demócrata que se mantuvo anónimo (por razones obvias), dijo que la situación de Siria es “uno de los episodios más humillantes en la historia de la presidencia”.