Primer acto: El 21 de abril, agentes de la DEA allanan en San Diego, California, una residencia, de la cual confiscanuna mezcla heterogénea de drogas, incluyendo cerca de 18,000 pastillas de éxtasis, hongos alucínogenos y marihuana — además de armas y municiones. Muchos cartuchos.
También se llevan a nueve personas, entre ellas, Daniel Chong, de 25 años de edad, quien asegura que había llegado allí para visitar un amigo.
Segundo acto: Chong es esposado, encerrado en una celda, donde las autoridades aparentemente se olvidan de él.
Abandonado, sin haber sido arrestado ni acusado de ningún crimen, durante cinco días sin ver a otro ser humano, sin comer ni beber, Chong se deshidrata, pierde 15 libras, llegando hasta el punto beber su propia orina. En un momento de desesperación, con el cristal de sus gafas rotas, se graba las palabras, “Perdón mama” en el brazo.
Tercer acto: Chong, quien en ningún momento fue acusado de nada, obtiene de la DEA una indemnización por US$4.1 millones. “Esto fue un error de proporciones increíbles e inimaginables“, dice su abogado.
Fuente: CNN
