Donald_trumpEsta semana en que el debate entre un reducido campo de pretendientes republicanos se convirtió literalmente en un jueguito de bomberos en el cual dos de ellos se medían sus mangueritas, también se vio un ataque sostenido por parte del establishment del partido del elefante contra Donald Trump, el hombre que hasta el momento encabeza las encuestas.

Sin embargo, un evento clave indica que la oposición a Trump no es tanto por lo que dice sino por la forma en que lo dice.

¿De qué otra manera podemos interpretar lo que sucedió el martes, cuando al cerrar el relajo que llamaron todos los candidatos se comprometieron a apoyar al nominado de su partido?

Habían acusado a Trump de ser un fraude, timador, engañador, falso de no haberse enriquecido sino heredado su fortuna, de tener menos dinero del que dice tener, de haber caído varias veces en bancarrota, de haber estafado en sus empresas y ahora tratar de hacer lo mismo con el país.

Aún así, están dispuestos a apoyarlo si gana.

Porque al establishment republicano no le molesta el racismo de Trump — después de todo es la misma manera de pensar de gran parte del partido. Basta con escuchar los programas en la radio que llaman conservadora por las vacas sagradas republicanas.

Tampoco les preocupa el machismo. Ni la xenofobia. Ni los ataques contra inmigrantes. Ni el militarismo desenfrenado — la idea de que EUA tiene el derecho a intervenir en cualquier parte del mundo. Ni los llamados por menos impuestos para los ricos. Ni ninguna otra de las posiciones que han venido articulando ad nauseum desde agosto 2015.

Solo les molesta la vulgaridad con que lo dice todo.

Ese es el lamentable estado del partido republicano en EUA.

El establishment de los demócratas, mientras tanto, se moviliza por asegurar que Hillary y Bill Clinton (con un rastro de escándalos, secretos, abusos, políticas en pro de los banqueros, intervenciones militar que se remontan a los años 90) regresen a la Casa Blanca.

Ese es el deplorable estado del partido demócrata en EUA.

Todo esto se vio con cristalina claridad durante la semana que pasó en EUA.

Carlos F. TorresCarlos F. Torres
Director, El Molino Online, 
New York, NY, marzo 6, 2016

 

 

 

Imagen cortesía Peter Stevens via flickr

 

 

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