ATLANTA, Georgia – La primera vez que este bloguero vino a este estado Richard Nixon era presidente. Decenas de miles de soldados de EUA estaban en Vietnam. Martin Luther King, Jr., había sido asesinado el año anterior. La segregación racial era la realidad. La pestilencia del racismo se olía por doquier.
El español no se escuchaba por ninguna parte. Mucho menos idiomas asíaticos o africanos. Para muchas personas, este bloguero fue el primer extranjero que conocieron.
Se sentía la voluntad de cambio. Contra la guerra. Por los derechos civiles. Por los derechos reproductivos de la mujer y por su igualdad en todos aspectos de la vida.
Era un mundo blanco y negro. Privilegiado para los blancos; limitado par los afroamericanos.
Racista. Retrógada. Ignorante. Así era Georgia.
El número de habitantes en el área metropolitan de Atlanta en 1969 era alrededor de 1.3 millones de habitantes; la población del estado 4.5 millones,
Hoy día 5.8 millones de personas viven en el área metropolitana de Atlanta y la población del estado es de 10.8 millones.
En medio siglo, Georgia se ha convertido en un centro de investigación médica, científica, un hub de transporte, con universidades de prestigio internacional, presencia de industrias claves para la economía del país y del mundo. Por no mencionar su importancia en el mundo de los deportes y la cultura.
Todo eso eso sucede desde el área metropolitana de Atlanta.
Este dinamismo es resultado directo de la diversidad, la inclusividad, la necesidad social y económica de superar las trabas y limitaciones impuestas por los prejuicios de épocas pasadas.
Estos millones de personas, concentradas en el área de Atlanta metropolitana, dieron la victoria — estrecha pero histórica — a Joe Biden el 3 de noviembre.
Ahora se preparan para cumplir la segunda parte de esa histórica labor.
El 5 de enero tendrá lugar la segunda vuelta de esta elección, esta vez para elegir senadores, ya que ninguno de los dos republicanos que representan a Georgia en el Senado logró los suficientes votos para su reelección,
En juego está control del senado y debido a la importancia de esa cámara, la capacidad de la administración Biden de implementar la agenda para la cual fue elegido.
Ambos candidatos republicanos quieren regresar al pasado. Los demócratas buscan ampliar las oportunidades para todas y todos.
Ambos lados están movilizados, invirtiendo enormes recursos en la contienda
Con toda la presión del universo político de EUA a cuestas, se siente la energía de cambio del estado que le arruinó la fiesta a Donald Trump.
A votar por Raphael Warnock y Jon Ossoff este 5 de enero.
CFT,
Director El Molino Online
Atlanta, Georgia
Dec 6, 2020
