Ahora, bajo control del partido republicano, el Senado comenzará a intervenir en asuntos de política exterior, principalmente en el Medio Oriente, que en muchos casos resultará en confrontaciones con la Casa Blanca.
Eso informan Kristina Wong y Martin Matishak en The Hill, señalando que “Aunque el presidente tiene la autoridad constitucional de ejecutar la política exterior, el congreso republicano intentará ejercer su poder mediante leyes y el control sobre presupuestos, igual que a través de la retórica”.
Prioridades republicanas, dice The Hill, son una ley amenazando a Irán con nuevas sanciones, a menos que se logre un acuerdo sobre el programa nuclear de la República Islámica.
Los republicanos también podría tratar de obstaculizar al presidente sobre temas que han sido centrales para política exterior desde el 2008.
No obstante el que presidente haya iniciado una nueva misión militar en Irak para derrotar al Estado Islámico, mantiene la esperanza de retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán para finales de 2016, una medida a la cual los republicanos han indicado su oposición
También se oponen firmemente permitir que presidente Obama cierre el centro de detención de la Bahía de Guantánamo.
