Si no le dan lástima las vaquitas, ni le molesta el concepto de ingerir a otro ser viviente, ni el desgaste a su salud que produce la carne, he aquí otra razón para dejar de comer carne: Su bolsillo.
Informa Houston Chronicle que los precios de la carne de res han alcanzado las nubes: US$5.28 la libra.
Las razones son varias, dice: Los rebaños han disminuído en tamaño mientras que la demanda extranjera en países como China y Japón ha aumentado.
También, las sequías han obligado a muchos ganaderos a reducir rebaños, y aunque este año ha habido más lluvia, los precios de la carne probablemente se mantendrán durante por lo menos unos cuantos años más.
Algunos ganaderos están preocupados de que los precios obligarán a consumidores — tanto en casa como en restaurantes — a reducir porciones.
Los que más sufren, dice la nota en Houston Chronicle, son los ganaderos pequeños.
Esperemos que los que eventualmente saldrán ganando serán las vaquitas.