Informa Stephen Collinson en CNN sobre el miércoles 14 de marzo, 2019. Otro día malo para Donald Trump. “Sería difícil pensar en un día más perjudicial para un presidente que aquél en que el ex-presidente de su campaña desapareció tras las rejas por los próximos años. Pero la nueva sentencia de Paul Manafort fue la menor de las preocupaciones de Donald Trump el miércoles, ya que la pesadilla de la investigación sobre Rusia dio otro giro en una dirección peor.
“Nuevas sospechas sobre ofertas de perdones, testimonios conflictivos en el Congreso, súplicas implícitas de clemencia y sugerencias adicionales de comportamiento inadecuado de la presidencia dieron otra vuelta al drama estando ya Washington mordiéndose las uñas con anticipación sobre del informe final del fiscal especial Robert Mueller.
“Se desató una nueva tormenta de fuego por las afirmaciones disputadas de que, en una sesión clausurada de la Cámara el ex fiscal general interino Matt Whitaker no negó haber hablado con el presidente Donald Trump sobre un caso que involucraba al ex abogado de Trump Michael Cohen.
“CNN informó sobre explosivas nuevas revelaciones relacionadas con la afirmación de Cohen en el sentido que le habían ofrecido un perdón a cambio de que él se mantuviera leal al Presidente, reunión en la que presuntamente le dijeron que podía estar seguro de que tenía ‘amigos en sitios altos’. Ambos nuevos ángulos en la investigación sobre Rusia se produjeron el día en que un juez aumentó la sentencia de prisión de Manafort, ex presidente de campaña de Trump, después de que cayera en las redes de la investigación de Mueller. Enfrenta un total de 7.5 años de prisión,
“Por segunda vez en una semana, un abogado de Manafort emergió de una audiencia de sentencia y pareció retorcer las palabras de un juez de manera que despertaron sospechas de que estaba reforzando las afirmaciones de Trump de que ‘no hubo colusión’ a cambio de un indulto para su cliente.
“Trump hizo poco para contener la especulación de que podría tomar dichas medidas al decir que se sentía ‘muy mal’ por Manafort, mientras hacía la afirmación apenas creíble de que nunca había cruzado su mente la idea de sacar a Manafort de la cárcel después de ser condenado por fraude fiscal y financiero, obstrucción y testimonio la manipulación nunca había entrado en su mente.
“Estos comentarios se produjeron dos días después de que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, pareció dar a entender que Trump había pensado al menos en dejar libre a Manafort al decir que el presidente, ;Tomará una decisión cuando esté listo’.
Como suele suceder en la investigación de Rusia y en los casos asociados, los detalles vitales siguen siendo desconocidos y domina la sensación de que la información disponible para el público solo está tocando la superficie de lo que realmente podría haber ocurrido. […]”.
