Reunion SecretaA la defensiva por lo que puede afectar la credibilidad de la investigación del FBI sobre el uso por Hillary Clinton de un servidor privado de correo durante sus días de Secretaria de Estado, la Procuradora General aceptará las recomendaciones del FBI sobre el caso.

Lynch técnicamente tiene el poder de no acatar la decisión que tome un fiscal del departamente de justicia o el director del FBI acerca de cómo debe proceder el caso. En este caso no intervendrá, informa Matt Apuzzo en el New York Times .

Con ello intenta apagar otro incendio más en el campo Clinton.

Este nuevo escándalo estalló cuando se supo que tuvo lugar una reunión secreta en un avión privado en el aeropuerto Sky Harbor de Phoenix entre el expresidente Bill Clinton y la procuradora Loretta Lynch.

La investigación federal de Hillary Clinton, presunta candidata demócrata  la presidencia de EUA, se inició el pasado mes de julio y examina si el uso de un servidor “casero” de correos puede considerarse un manejo indebido y criminal de información clasificada.

El Departamento de Justicia se ha mantenido hermético sobre la investigación, pero la prolongada duración  sugiere que los investigadores y los fiscales están tomando en serio. Según informes, la investigación estaba llegando a su fin.

Pero es difícil que ello suceda dada la reunión secreta esta semana.

Dos aviones privados se encuentran en una pista del aeropuerto de Phoenix, uno con un expresidente, el otro con la procuradora Lynch. El expresidente se baja de su nave e ingresa en la de la funcionaria y permanece allí media hora.

Según la versión oficial todo fue espontáneo, explica el Times. “[…] la reunión no fue planeada, fue ante todo social y no discutió la investigación de los correos”.

Sin embargo, legisladores republicanos sostienen que el simple hecho de que haya tenido lugar esta reunión cuestiona la integridad (imparcialidad) de la investigación del gobierno.

John Cornyn, senador republicano de Texas y miembro del comité judicial: “En vista de los aparentes conflictos de interés, en repetidas ocasiones he llamado a la Procuradora General que nombre un fiscal especial para asegurar que la investigación sea lo más distante posible de la política”.

Algunos demócratas han criticado la reunión. “No envía la señal debida”, dijo a CNN Chris Coons, demócrata de Delaware. “Creo que ella debería haberse mantenido a distancia incluso de una reunión breve, casual, social con el expresidente”.

Julian Hattem en The Hill explica que algunos sostienen que Bill Clinton y no Lynch es responsable por la reunión. Consultó a Stephen Gillers, profesor de derecho en New York University y especialista en ética legal.

“El comportamiento de Clinton puso a la Procuradora en una posición difícil. Era imposible negarse a hablar con el expresidente, así ella lo hubiese querido […] Ha creado una impresión de falta de transparencia y alimenta las sospechas de tratamiento especial. Es lesivo para la nación y para la candidata Clinton. El público no debería tener que preguntarse qué discutieron los dos”.

Más información en inglés The New York Times

Más información en inglés The Hill