Foto cortesía The Hill

Michael Cohen fue un matón en defensa de su jefe, Donald Trump. Más que abogado, era el que le “resolvía” los problemas — ya fuera con mujeres, ex socios, cualquiera que se cruzara en la vida del empresario. Ahora, convicto por varios crímenes ha decidido contar lo que sabe. Y es mucho.

Y Trump no lo ha logrado callar, no obstante sus intentos que incluyeron regresarlo al presidio de donde había salido para evitar contagio de Covid-19. Un tribunal falló a su favor y regresó a prisión domiciliaría.

Acaba de publicar el libro “Disloyal: A Memoir”.

Algunos puntos.

“Odio” de Trump hacia el expresidente Barack Obama. Entrevistado por NBC News, Cohen dijo que Trump estaba consumido por el odio a Obama: “básicamente comienza on el hecho de que sea negro y haya sido el primer presidente negro en este país”.

Cohen dijo que en 2012 Trump contrató a un imitador de Obama para que participara en un video en el que se burlaba del expresidente. Cohen describió el esfuerzo como el “Proyecto Faux-Bama”.

“Y se suponía que lo pondría en la plataforma de las redes sociales de Trump. En última instancia, se decidió que no era una movida inteligente para él. Esto, por supuesto, estaba sucediendo durante los días en que él cuestionaba la nacionalidad de Obama”.

Dice Cohen que durante los primeros días de la campaña 2016 los mismos hijos de Trump temían que el racismo de su padre podría hacer daño a la compañía. La respuesta fue “”[…] pues los hispanos nunca van a votar por mí. Igual que los negros, son demasiado estúpidos para votar por Trump. No son mi gente”.

Sobre las finanzas de Trump: “Creo que representan una tremenda amenaza para el presidente. Por supuesto ésta es la razón por la que eligió no hacer públicas sus declaraciones de impuestos”.

Utilizó el tabloide National Enquirer para destruir a sus adversarios.
“Cualquier precandidato que estuviera subiendo en las encuesta, se convirtía en la persona que teníamos que eliminar … [Los chismes y las mentiras salaces] me los proporcionaría David Pecker [ex director del tabloide]. Los presentábamos a Trump, los discutíamos y luego volvíamos a hablar con David. Dos días después en la portada, decíamos que Marco Rubio tiene un problema de drogas.”

Afirma Cohen que el presidente Trump es un ser que carece completamente de empatía — tema que han repetido los diversos autores.

Cohen ha dicho que Trump debería renunciar y esperar que el vicepresidente Mike Pence lo perdone.

Nunca antes un presidente en funciones había sido golpeado por tantos libros best-seller, en tan poco tiempo: ¡Un mes! Y Bob Woodward (el de Watergate), tiene 17 entrevistas con el propio Trump, y publicará el 15 de septiembre con “Rage”, que Trump ya está atacando.