Durante la campaña electoral del 2008, surgió brevemente un personaje apodado Joe the Plumber, que algunos políticos llamaron el típico estadounidense de clase media.

La realidad fue otra. Ni se llamaba Joe, ni era plomero. Su verdadero nombre era Samuel Joseph Wurzelbacher y había realizado diversos trabajos, entre ellos trabajar en un almacén de artículos de plomería. El señor Wurzelbacher aprovochó su fama para aparecer en los diversos medios, comentar sobre asuntos de importancia mundial, viajar al medio oriente, contratar un agente de prensa. Para desvanecerse en la anonimidad.

No deja de divertirnos el surgimiento de otro personaje. Gary Faulkner, de 52 años, detenido hace poco en el norte de Paquistán, donde aseguró estar buscando al líder terrorista Osama Bin Laden. El señor Faulkner, informa Gawker, llevaba consigo un sable de 40 pulgadas, una pistola, gafas de visión nocturna y un libro de versos cristianos.

Puesto en libertado por las autoridades paquistanas, desde su regreso a los EUA, el señor Faulkner ha aparecido en la televisión, la prensa y ahora está en New York donde visitará el área donde estuvieron las Torres Gemelas.

En una sociedad donde hay padres que se inventan ardides como Balloon Boy, otros envían a sus hijas adolescentes a circunnavegar el globo, todo con el objetivo de obtener la fama y la fortuna que traería un programa de televisión tipo “reality”, en nada nos sorprende que Gary Faulkner emprenda una búsqueda estéril por Bin Laden. Ni mucho menos que los medios le regalen sus 15 minutos de fama.

Artículo en inglés

Foto cortesía striatic via flickr

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