Brutalidad policiacaSegún Charles Kinsey él tenía las manos levantadas y se encontraba tirado en el piso tal como el agente le había ordernado. Sin embargo, el uniformado de la policía de Miami le soltó un balazo.

Kinsey, profesional de la salud que en esos mismos instantes estaba tratando de controlar a un paciente con autismo quien tenía en sus manos un camioncito de juguete, dijo a la policía que no había necesidad de armas.

Déjenme yo lo controlo.

Al recibir el disparo, que afortunadamente no lo mató, preguntó al agente, “¿Por qué me disparó?”. La respuesta, “No lo sé”.

La policía había recibido una llamada al 911 diciendo que alguien tenía un arma en la mano — posiblemente un suicida.

No se encontró ningún arma.

Otro afroamericano más.

Via Raw Story