Según la nota que Justin Sink publica en The Hill, “la ira se sentía el jueves y el presidente fue interrumpido varias veces por un individuo que pedía que actuara más rápido sobre la inmigración”.
Así recibieron los legisladores latinos del país, agrupados en el Congressional Hispanic Caucus y activistas pro reforma migratoria, a Barack el presidente cuyas promesas sin cumplir sobre inmigración y deportaciones se remontan a sus días de candidato.
El presidente pidió que mantengan la fe, que le “cuiden la espalda”, mientras toma la acción ejecutiva.
“Tenemos que ser realistas”, dijo.
Su demora en implementar la acción ejecutiva, dijo el presidente, se debe a que necesitaba tiempo para explicar al país que “la reforma migratoria es buena para la economía y para todo el mundo”.
“Para que cualquier acción perdure, para que sea efectiva y se prolongue pasada mi administración — porque no me quedan sino dos años más — vamos a necesitar obtener más apoyo entre el pueblo estadounidense”.
La pregunta, dijo el presidente, “no es si se realiza sino cuándo”.
Indica The Hill que esta fue la primera vez que el presidente hablaba a un grupo latino sobre su decisión de dilatar la acción ejecutiva que detendría las deportaciones, medida que tomó con fines de aumentar las posibilidades del partido demócrata de mantener el Senado de la nación en las elecciones este noviembre.
Ahora la pregunta es cómo reaccionará la comunidad latina a una promesa que sigue sin cumplirse mientras continúan las deportaciones de más de mil personas diarias, aterrorizando las comunidades y dividiendo familias.
En noviembre se sabrá.
Más información en inglés, The Hill.