Solo nos relamemos al imaginar la cara de terror que va a poner el crío cuando desempaque el regalito que con sonrisa de labio a labio usted le va a llevar. Primero dudas, quizás una mirada hacia mamá y, muy pronto, un grito de terror que le va a enseñar que el mundo es cruel. Demasiado cruel de veras. Cada uno hecho a mano por la señora McGettrick de Canterbury, en Inglaterra. Los llama Fugglers, y dice que ella misma los ha robado a cadáveres los dientes. Para comprar uno, visite Mrs. McGettrick’s Fuggler Emporium en Etsy.

Gracias: Kimber Streams, Laughing Squid

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