Los resultados de nuevas encuestas reunidos en una nota por Ariel Edwards-Levy en The Huffington Post pintan un panorama deprimente, léase prácticamente imposible, para Donald Trump.
Tiene menos de un 12% de probabilidades de ganar la presidencia.
En contraste, la nota señala que durante la elección de 2012, para estas alturas Mitt Romney estaba casi parejo con Barack Obama, quien le llevaba únicamente medio punto.
Señala que estas encuestas se realizaron antes de que estallara la indignación por las grabaciones donde el candidato republicano se refiere a mujeres en las formas más vulgares, en un lenguaje de cloaca, haciendo alarde de cómo las podía manosear, por el hecho de que él es una celebridad.
Otros sondeos después de estas filtraciones, que han sido rechazadas ampliamente especialmente para el partido que dice defender los valores familiares, podrían ser mucho peores.
Tampoco incluyen el desempeño de Trump en el segundo debate, donde el consenso es que Hillary Clinton ganó.
Otra mala noticia para Trump ha sido el anuncio el 10 de octubre, día después del debate y con solo 28 para la elección, por Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de EUA, en el sentido de que no iba a defender ni hacer campaña con el candidato de su partido.
En vez, Ryan dijo que su prioridad es mantener la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y que los cada candidato deben enfocarse en su reelección.
Trump, como ha sido su costumbre, denunció a Ryan. Con lo cual se sigue agravando la división en el partido republicano, que se inició ya hace años tras la nominación de Sarah Palin como candidata a la vice presidencia. Trump representa el ala más extremista dentro de un partido que de por sí ha tomado posiciones extremas.
No es un buen momento para Donald Trump.
Nota en inglés en Huffington Post
