Si sigue vivo en el 2040, es muy probable que tenga que desarrollar gusto por los frijoles negros y el queso de soja como parte de una dieta fundamentalmente vegetariana.

Es la única manera de alimentar los dos mil millones de personas adicionales con quienes habrá que compartir el planeta, dice una nota de John Vidal en The Guardian.

Requerirá una reducción al 5 por ciento del 20 por ciento actual en productos de origen animal, dice, por la cantidad de agua que requiere producirlos.

Una dieta vegetariana usa entre cinco y 10 veces menos agua que los productos basados en animales.

“La ONU predice que debemos aumentar nuestra producción alimenticia en 70 por ciento para mediados de siglo. Ello significará presión adicional sobre los escasos recursos de agua”, dice un informe del Stockholm International Water Institute cuya publicación coincide con la conferencia mundial del agua en la capital sueca.

El informe también agrega que son necesarios cambios en la distribución del agua para satisfacer la demanda global de energía, que aumentaría en 60 por ciento en los próximos 30 años.

En la actualidad, 1.3 mil millones de personas no tienen electricidad, dice el informe.

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