Cada noche a eso de las 11PM EST, el equipo editorial de El Molino somete las notas con que pensamos abrir la edición del día siguiente, las cuales organizamos de manera que permite temprano en la mañana poder publicar ágilmente: textos, fotos, enlaces.
Al enterarnos de este relato, inicialmente creímos que sería algún tipo de broma.
Pensamos descartarla.
Luego, hemos averigüado que es verídica. Se trata de un personaje que le gusta que le orinen encima.
Ello en sí no es realmente nada nuevo: estamos en New York.
Pero este individuo lleva su afición un poquito más allá — hacia el extremo.
Cuenta Rober Kay en Vice. Dice que en un Pub en Londres Central, un individuo se acercó al gerente y dijo que en el orinal había visto un ojo humano.
“No solo un ojo: tenía cejas y estaba mirando”, dijo.
Fueron al baño, detrás de los orinales, en el espacio donde está la tubería, notaron que estaba totalmente inundado con orines, algo que no debía suceder.
También notan que la puerta a la salida de incendios tiene seguro, algo que no debe suceder y al abrirla, sale disparado un individuo completamente empapado en orines.
Adentro, encontraron que habían cortado una tubería, abierto un hoyo en el orinal y, con toallas de papel, creado una especie de almohada donde se reclinaba mirando arriba el individuo.
Foto o nunca sucedió, se dice en la época de internet. Aquí presentamos las fotos de James Pierce sobre esta elaborada mazmorra donde un individuo se disfrutó algo que ni usted (esperamos) ni un servidor comprendemos: que medio Londres le orine en la cara.
Esto no hay quien se lo invente.
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