Enfrenta cadena perpetua y la dolorosa incapacidad de saciarse con el platillo que le condujo a la guandoca: carne humana, especialmente de mujer.
Informa Bruce Golding del New York Post que un jurado neoyorkino ha declarado culpable a Gilberto Valle de todos los cargos relacionados con sus intentos de secuestrar, asesinar y últimamente comerse a varias mujeres, comenzando con su propia esposa.
Dice el Post que la decisión tuvo lugar a las 16 horas de deliberaciones a lo largo de cuatro días.
La fiscalía describió paso a paso los planes de Valle de llevar a cabo su crimen.
El policía caníbal o “cannibal cop” llevaba seis años en fuerza.
Tiene 28 años.
Su esposa descubrió en el computador discusiones de “canibal cop” con sus secuaces en donde detallaba los planes. Ella contactó a las autoridades quienes al examinar la evidencia encontraron correos, mensajes instantáneos, visitas a sitios web y mucho más.
Detalles aterradores.
Dice el Post que “cannibal cop”, quien ha permanecido en encierro solitario, lloró a moco tendido a lo largo de su juicio.
Sus abogados intentaron en vano convencer al jurado que todo era una fantasía.