Una semana después de la masacre en el cine de Aurora, Colorado, Michael David Turley de Phoenix, Arizona, tuvo una idea que él consideró brillante y hasta de pronto patriótica: medir el tiempo de respuesta de las autoridades ante un posible ataque.
Para ello, disfrazó a su sobrino de 16 años como el “terrorista típico” — enmascarado, envuelto en una sábana y portando lo que parecía un lanzador de granadas RPG — y lo envió por las calles de Phoenix, en Arizona.
Grabó su brillante idea en un video, el cual ha colgado en YouTube, donde ha tenido la recepción que merece: pésima.
La policía local tampoco quedó muy impresionada y ahora le han formulado una serie de cargos criminales, que le van a causar una serie de dolores de cabeza.
Turley dice que tardó 15 minutos responder; las autoridades dicen que en tres estaban listos.
El joven sobrino no ha dicho nada, pero lo más seguro es que por el resto de sus días agradezca el que las balas policiales no lo convirtieron un colador.
Gracias: Neetzan Zimmerman Gawker
