Con 20 años de experiencia y más de 600,000 zapatos vendidos por algunos de los precios más altos del mercado, el diseñador Christian Louboutin sabe de calzado.
Según escribe Maysa Rawi en el Daily Mail, el diseñador dice que para hombres y mujeres la experiencia de un par de zapatos es completamente diferente.
Para ellos es algo, “Sobre elegancia o riqueza”. No es algo interno.
Para las mujeres, por el otro lado es sexo.
Y mientras más incómodo el zapato, mayor placer derivan las damas.
“Encuentran un elemento seductivo en los zapatos que no existe en los de los hombres. Con sus zapatos, una mujer puede ser sexy, encantadora, divertida o tímida”.
Las puede hacer más bellas, alargar sus piernas. Pero el elemento sexual llega al nivel de una satisfacción orgásmica.
Es tal la satisfacción, dice, que las mujeres se alegran en ponerse zapatos incómodos y que les incomoden.
“Lo que hace sexual un tacón alto es el arco del zapato, porque es exactamente la misma posición que adquiere el pie de una mujer cuando logra un orgasmo”.
Así, cada vez que una dama pone el pie en un tacón alto, se prepara para un mundo de fantasía erótica.
Así duela: y mientras más duela, más intenso.
Christian Louboutin sí sabe de zapatos.
