Benjamin_Franklin_at_the_Court_of_St._James_-_NARA_-_518216En un secreto a gritos: los grandes contribuyentes a las campañas presidenciales en EUA serán recompensados con una experiencia que ni ellos ni sus familias jamás olvidarán como embajadores de EUA en el exterior.

Estos cotizados puestos, escribe Nicholas Confessore en el  New York Times, están limitados para los que han contribuído — o recaudado en paquetes — por lo menos un millón de dolaretes.

Dice el Times que dos profesores de relaciones internacionales en Pennsylvania State University — Johannes W. Fedderke y Dennis C. Jett — crearon un modelo para computar la cantidad de dinero que se requiere recaudar para ser nombrado embajador. 

No sorprenden los resultados: los que más dan reciben mejores puestos.

[…] aquellos cuyas conexiones políticas con el presidente Obama se miden en dólares, en lugar de servicio en su administración, tenían una mayor probabilidad de representar a EUA en Europa occidental, y una oportunidad marcadamente menor de servir, por ejemplo, en Asia Central y África sub-sahariana. El estudio encontró que los embajadores políticos que habían hecho donaciones personales de campaña de US$550.000, o paquetes de contribuciones por US$750.000, tenían una probabilidad del 90 por ciento de ser enviados a un país de Europa occidental.

Señala el Times que este año la competencia está especialmente intensa.

El estudio menciona algunos precios: LuxemburgoUS$3.1 million en contribuciones personales, US$1.8 millones en paquete; Portugal US$602,686 en contribuciones personales, U$341,160 en paquete.

Los autores del estudio también tuvieron en cuenta el turismo a una nación, dice el Times, y en este caso Francia y Mónaco encabezaron lista con US$6.2 millones a nivel personal, US$4.4 millones en paquete.

Ahora bien, por razones sentimentales, para los estadounidenses, el más cotizado entre todos los cargos diplomáticos es Embajador en la corte de St. James, en Inglaterra, que cuesta “entre US$650,000 y US$2.3 millones”.

Artículo en inglés

Imagen: Benjamin Franklyn en la corte de St James, Wikipedia