CANCÚN.- Origen, apocalipsis, extinción, resurrección y, ahora, venganza. Resident Evil cumple este año su primera década de presencia permanente en el cine, espacio en el que logró multiplicar y agrandar a escala global un éxito surgido del mundo de los videojuegos.

Estos diez bien afirmados años en la pantalla grande cobran sentido a través de dos nombres, cuyas vidas personales también parecen determinadas por lo que ocurrió con esta saga.

El director inglés Paul William Scott Anderson (para todos, Paul W. S. Anderson) y la modelo, actriz y diseñadora ucrania Milla Jovovich se conocieron en el primer film de la serie. Una década después, el quinto y penúltimo capítulo de Resident Evil en el cine (la sexta película será la última y definitiva) coincide tal vez con el mejor momento afectivo de la pareja, que se casó en 2008 y tuvo una hija un año antes. Los dos trataron por todos los medios de alejarla de las imágenes crudas y violentas que identifican a Resident Evil, pero no pudieron evitar que, de visita en el rodaje, se cruzara con actores caracterizados como zombies.

“Se asustó un poquito, pero enseguida entendió que esos personajes podían ser sus amigos más allá del disfraz”, dice enternecido Anderson, en medio de la charla con la prensa internacional en el salón de un lujoso hotel cuya escenografía está en las antípodas de cualquier instancia del eterno enfrentamiento que sostienen en la película la heroína Alice (Jovovich) y los muertos vivos surgidos del fallido experimento provocado por la corporación Umbrella.

“Se acerca el final, pero lo hacemos a conciencia, con el entusiasmo intacto y sin descuidar ninguno de nuestros pasos. Cada película está integrada al conjunto, pero habla por sí misma, y creo que esta quinta parte no es la excepción. Tiene una historia muy sólida y un final más que satisfactorio. Y además dice mucho en la perspectiva del capítulo de cierre, el sexto. Por eso empiezan a volver algunos personajes que estaban al principio, como Rain Ocampo, el personaje de Michelle Rodriguez”, dice Anderson a propósito del film que UIP (Sony) presentará a partir de hoy en los cines locales con el título de Resident Evil 5: La venganza .

-Su compromiso con esta serie es absoluto, más fuerte que cualquier otro director en circunstancias parecidas. De las seis películas dirigió cuatro, además de escribirlas y producirlas en su totalidad.

-Es que esta serie no es como la de El juego del miedo , que tenía que estrenar un nuevo capítulo cada año siempre para esta fecha, cercana a Halloween. En nuestro caso, hay tres años de distancia entre un capítulo y el otro. Y en el medio, tanto Milla como yo nos hemos dedicado a otros proyectos. Por eso volvemos cada vez a Resident Evil más frescos, descansados y con el entusiasmo de siempre.

-¿De qué forma encara cada capítulo de un proyecto que necesita cada vez buscar nuevos estímulos para el público?

-Lo más importante es lograr la integridad entre todos los eslabones de la cadena. Haberla logrado explica el éxito de cada una de las secuelas. Al principio no nos respaldaba ningún estudio de Hollywood y desde el comienzo quedó claro que delante y detrás de las cámaras había mucho entusiasmo por seguir adelante. Y como lo sigo viendo así, como les pasa a Milla y al resto del equipo, aquí estamos de nuevo.

-¿Qué distingue a esta quinta parte del resto de la historia de Resident Evil ?

-Diría que estamos ante una mezcla. Por un lado, es un film épico, y por el otro expresa la idea de una red global. Van a ver a Alice moviéndose de un lugar al otro en el mundo en otra nueva muestra de su enfrentamiento con la corporación Umbrella y su ejército de muertos vivos. Hay diferentes ambientes, diferentes miradas. Y en términos visuales, creo que el resultado es fantástico. Una película orgánica, por momentos monocromática, con una fuerte presencia de la imagen en blanco y negro.

-Esto que describe se ve muy claramente en el tráiler del film, donde además el uso constante de la cámara lenta también llama la atención.

-Hay una influencia bastante clara en este caso, que es La pandilla salvaje , de Sam Peckinpah. Es una película ultraviolenta, pero al mismo tiempo muy hermosa. Creo que es la combinación perfecta. Gran parte de esta película está inspirada en ella. Ver a Milla en ese corredor inmaculadamente blanco disparándoles a la cabeza a sus perseguidores me parece muy atractivo. Es una secuencia muy simétrica, muy arquitectónica, que simboliza y sintetiza la película entera.

A propósito de Milla, ¿cómo es filmar con una persona con la que convive? ¿Le exige más o menos que al resto?

-Ella es la que se exige a sí misma. No corresponde que yo lo haga. Milla es la persona más consciente de sus responsabilidades y autocrítica que conozco. Además siempre está dispuesta a correr más riesgos de lo aconsejable, sobre todo cuando quiere todo el tiempo filmar sus propias escenas de riesgo sin dobles. Mi trabajo como director pasa también por tener en la cabeza el plan integral de trabajo para una película y tengo que velar para que el elenco, incluyendo a mi esposa, no gaste demasiadas energías de una sola vez y sepa administrarlas durante todo el rodaje. Siempre digo que necesitamos a todos a pleno al día siguiente.

-¿Por qué dirigió algunos de los episodios y otros quedaron en distintas manos?

-Amo dirigir, tengo el trabajo más lindo del mundo. Pero por sobre todo amo este proyecto de Resident Evil . Lo habría hecho de cualquier manera. Pero en algún caso no pude dedicarme más porque tenía compromisos con los estudios. De todas maneras, los otros directores hicieron muy bien su trabajo. A partir del cuarto film me pareció adecuado pensar este tramo final como una trilogía y llegué a la conclusión de que el mejor director para hacerla era yo [risas].

-Lleva dirigidas tres películas seguidas en 3D. ¿Cómo observa la evolución de este fenómeno?

-No sólo mis últimas tres películas. También dirigí un comercial con Christoph Waltz que se proyectó en los cines europeos antes de cada función. Hago en promedio una película por año y veo que cada año la tecnología evoluciona un 100%. Y en el caso específico de esta quinta parte de Resident Evil logré que las cámaras fueran construidas especialmente para aprovechar los ángulos de imagen más amplios. Creo que en este caso el 3D será verdaderamente extraordinario para el espectador.

-¿Y qué podría decir del final de la saga, ya que va a ser de nuevo el guionista y director?

-La idea es que Resident Evil vuelva de alguna manera a su punto originario. Pero todo el proceso final va a ser doloroso y sangriento.

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