Si usted, estimado lector, tiene hijos, le rogamos que los trate con cariño y respeto. No vaya a ser que le escriban un obituario como el siguiente, que apareció en el Reno Gazette-Journal brevemente antes de luego fue retirado. Traducción El Molino Online.
Marianne Theresa Johnson-Reddick nacida el 4 de enero de 1935 murió sola el 30 de agosto de 2013. Le sobreviven 6 de sus 8 hijos, que ella pasó su vida torturando en todas las formas posibles. Mientras que descuidó y abusó a sus hijos pequeños, ella se negó a permitir que nadie más cuidara o mostrara compasión hacia ellos. Cuando llegaron a adultos, ellas los acechó y torturó a cualquiera que ellos se atrevieran a amar. Todo el mundo que ella conoció, adulto o niño, fue torturado con su crueldad y su tendencia a la violencia, la actividad criminal, la vulgaridad, y el odio hacia la amabalidad del espíritu humano.
A nombre de quienes ella agobió con su violencia y su maldad, celebramos su salida de esta tierra con la esperanza de que en la otra vida reviva cada gesto de violencia, crueldad y vergüenza con que ella trató a sus hijos. Sus hijos sobrevivientes ahora podrán vivir el resto de sus vidas con la tranquilidad de saber que su pesadilla por fin ha tenido algún tipo de final.
La mayoría de nosotros hemos encontrado la paz al ayudar a aquellos que han sido víctimas del abuso infantil y la esperanza de este mensaje de su ansiada defunción puede revivir nuestro mensaje que abusar de los niños es imperdonable, descarado, y no debe ser tolerado en una “sociedad humana”. Nuestro mayor deseo ahora es estimular un movimiento nacional comprometido con combatir el maltrato infantil en los Estados Unidos de América.
Gracias: Caity Weaver, Gawker
