Donald Trump Jr.Interesantes datos sobre la posibilidad de que Donald Trump Jr., el primogénito del presidente Trump y quien ha estado al lado de su padre desde los primeros días de la campaña, termine en el banquillo de los acusados. Según escribe Chris Smith en Vanity Fair, la implacable investigación del fiscal especial Robert Mueller podría resultar en cargos criminales contra el joven Trump, protagonista en eventos claves de lo que podría ser conspiración.

La asombrosa decisión de Paul Manafort de declararse culpable y cooperar con la investigación de Robert Mueller desató de inmediato especulaciones sobre el objetivo más importante posible: ¿qué le dirá Manafort al fiscal especial que pueda incriminar al presidente Donald Trump? Pero una cosa que ha quedado clara durante los 16 meses de trabajo de Mueller es que está armando su caso contra las poderosas figuras políticas de la misma manera que una vez persiguió asesinos y mafiosos: trepando metódicamente la cadena alimentaria. Así que aunque el propio Trump probablemente tenga mucho de qué preocuparse de un Manafort que recién a comenzado a hablar, otros miembros de su círculo íntimo podrían correr un riesgo más inminente, incluido el primer hijo, Donald Trump Jr.

“Gracias a la cooperación de Manafort, ahora tendremos una visión adicional de la reunión de Trump Tower, cuya enorme importancia todos conocemos”, dice Glenn Kirschner, un ex fiscal federal. La bien conocida reunión del 9 de junio de 2016 fue resultado de un correo electrónico que prometía “algunos documentos oficiales e información que incriminaría a Hillary” enviada por un británico promotor de música a Trump Jr., quien respondió: “Si es tal como lo dices, me encanta” “If it’s what you say I love it”. Días después de la reunión, Wikileaks comenzó a publicar correos electrónicos que la inteligencia militar rusa había pirateado de servidores de los demócratas. Entre los asistentes a la reunión de Trump Tower se incluye una abogada rusa relacionada con el Kremlin; Jared Kushner (yerno del presidente); Trump Jr.; y Manafort. Desde el evento, todos los participantes han ofrecido públicamente diversas y benignas versiones de lo que se discutió. Ahora Manafort se verá obligado a describir la reunión en detalle y bajo juramento. “Manafort será capaz de ponerle carne al esqueleto de esa reunión porque es el tipo que durante mucho tiempo venía haciendo negocios con rusos y ucranianos controlados por los rusos”, dice Kirschner. “No sé si alguien realmente le cree a Don Jr. cuando dice que fue una hamburguesa sin nada. Su versión de los eventos viene de una fuente en la cual no se puede confiar porque él no se va a incriminar a sí mismo “.

Si bien esta sola reunión ha llamado una atención desmesurada, tuvo lugar durante un período en el que Manafort, como gerente de campaña y luego presidente, estuvo en contacto frecuente con Trump Jr., quien ocupaba el cargo de asesor superior. Durante este intenso período de cuatro meses Trump se apoderó de la nominación republicana; también se realizaron esfuerzos por alterar la plataforma de la convención republicana para ser más favorable a los intereses rusos. En agosto de 2016, Manafort fue despedido burdamente de la campaña a raíz de informes de que había recibido pagos sospechosos por su trabajo en Ucrania. “Lo único que podemos saber con certeza es que este acuerdo significa que el gobierno cree que las pruebas que tiene Manafort pueden proporcionar o podrían producir una asistencia sustancial en el enjuiciamiento de otras personas “, dice Daniel R. Alonso, un ex fiscal federal. “Si esas otras personas son de la periferia del del presidente, no tengo ni idea”.

Vanity Fair

Imagen: Wikipedia Commons