Donald Trump perdió las elecciones de 2020 debido a su catastrófica incapacidad de manejar la pandemia de coronavirus, indica un informe de su propia encuestadora. 

El veterano encuestador de la campaña de Trump, Tony Fabrizio, escribió una autopsia postelectoral de 27 páginas para los asesores de la campaña de Trump a fines del año pasado. The Washington Post ha obtenido copia.

El mensaje es claro y contundente: la elección no fue robada, como Trump afirmó repetidamente. Perdió terreno en 10 estados clave donde los votantes calificaron la pandemia como su preocupación más importante.

Los estados —Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Florida, Iowa, Carolina del Norte, Ohio y Texas— mostraron un apoyo abrumador al mandato de máscaras y un alto índice de aprobación para Anthony Fauci. El informe afirma que los votantes en dichos estados clave simplemente encontraron a Biden más competente para lidiar con la crisis causada por la pandemia y la inacción de Trump.

El expresidente Donald Trump ha culpado de los resultados de las elecciones a acusaciones infundadas de fraude y malversación. Decenas de demandas legales fueron rechazadas por los tribunales, que no encontraron  evidencia de fraude.

POLITICO comenta sobre la llamada “autopsia” dice que el expresidente comunicó a un creciente número de votantes de que no era honesto o confiable y que fue aplastado por la desaprobación de su manejo de la pandemia de coronavirus. “Y mientras Trump difundía acusaciones infundadas de manipulación de votos, en ciudades de población predominantemente negra, el informe señala que terminó reduciendo el apoyo de votantes blancos”.

El voluminoso informe muestra cómo en privado los asesores de Trump estaban considerando la derrota, incluso cuando el expresidente y muchos de sus partidarios participaban en un esfuerzo impulsado por la teoría de la conspiración para anular las elecciones. La autopsia se completó en diciembre de 2020 y se distribuyó a los principales asesores políticos de Trump justo antes de la toma de posesión del presidente Joe Biden el 20 de enero.

No está claro si Trump ha visto el informe.

Los hallazgos se basan en un análisis de las encuestas a boca de urna en 10 estados. Cinco de ellos, Arizona, Georgia, Michigan, Wisconsin y Pensilvania, son estados que Trump perdió después de ganarlos en 2016. Los otros cinco, Florida, Iowa, Carolina del Norte, Ohio y Texas, son estados que Trump ganó en ambas elecciones.

El informe se centra en una serie de datos demográficos en los que Trump sufrió cambios decisivos en 2020, incluso entre personas mayores de 65 años de raza blanca el mismo grupo que ayudó a impulsarlo a la Casa Blanca. La autopsia dice que Trump vio la “mayor erosión con los votantes blancos, particularmente los hombres blancos”, y que “perdió terreno con casi todos los grupos de edad”. En los cinco estados que cambiaron a Biden, la mayor caída de Trump fue entre los votantes de 18 a 29 y 65 años o más.

Más información en inglés The Washington Post
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