Las autoridades han advertido al estudiantado de Penn State que este sábado durante el importante juego contra Nebraska no vuelvan a repetir el tipo de protestas que siguieron la renuncia del legendario entrenador Joe Paterno en medio de un escándalo de abuso sexual.
Según diversos reportes, la policía planea movilizar a todos sus efectivos durante el juego, el último de Penn State en casa, donde se teme que algunos estudiantes temen protesten la expulsión de Paterno, quien en sus 46 años como entrenador ganó dos campeonatos nacionales con los Leones de Nittany, formando uno de los mejores equipos de football universitario en la nación.
Este año, Penn State lleva 8 victorias y una sola derrota. Este año podría llegar a las semifinales y más allá.
Coreando consignas a favor de Paterno, el miércoles en la noche unos 5,000 estudiantes se volcaron a las calles para protestar por la decisión de despedir inmediatamente a Paterno.
Más de una docena de estudiantes fueron detenidos por las autoridades, que los llamaron una “turba desenfrenada”, luego de que volcaran una camioneta de una emisora de televisión.
El escándalo de abuso sexual infantil destruyó la carrera de Paterno, nombre emblemático en el deporte estadounidense, en medio de acusaciones de que no hizo lo suficiente para detener los crímenes de que se acusa a su colaborador el entrenador Jerry Sandusky. Esos crímenes se venían sospechando por años.
Paterno, fue criticado por no hacer más para intervenir en el 2002 cuando se enteró sobre los incidentes de abuso y violaciones de menores.
A Sandusky, de 67 años, se le han formulado cargos criminales de abusar sexualmente de al menos ocho niños en más de una década. Dos funcionarios de otras universidades ha sido acusados de no informar sobre un incidente en 2002, cuando supuestamente un testigo vio a Sandusky abusando un niño.
Los abogados de los tres hombres niegan las acusaciones y mantienen su inocencia.
Graham Spanier, presidente de Penn State por 16 años y un terapeuta de familia de profesión, también fue despedido el miércoles.
El escándalo destruye totalmente la carrera de Joe Paterno y ha hecho tambalear al programa de football de Penn State.
Fuentes diversas
