Cubanos DW — El repentino fin de la política que amparaba desde 1995 a los cubanos que lograban poner pie en EE.UU. generó en Miami otra catarata de opiniones a favor y en contra.

La numerosa comunidad cubana en Florida está dividida en torno al fin de la política que ha ayudado a engrosar sus filas, aunque parecen ser más quienes están en contra. Hay temores de que se produzca un éxodo masivo desde Cuba e incertidumbre sobre lo que sucederá con los que lleguen a partir de ahora. Varios medios locales publicaron hoy artículos con títulos como “Todo lo que necesita saber sobre los cambios en la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba”.

La Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., que se declaró “decepcionada” por el fin de la política “pies secos/pies mojados”, señaló que “la violación de los derechos humanos básicos sigue siendo una realidad para algunos cubanos”. De acuerdo con el obispo de Austin, Joe Vásquez, presidente de la Comisión de Migraciones de la conferencia episcopal, el “cambio repentino” de política hará “más difícil” que hallen protección grupos vulnerables, como solicitantes de asilo, niños y víctimas de tráfico humano.

El influyente diario El Nuevo Herald consideró hoy en su editorial que es una “concesión” del presidente Obama al mandatario cubano, Raúl Castro, que había exigido el fin de la regla de los “pies secos/pies mojados”, así llamada porque solo podían beneficiarse quienes llegaran a tocar tierra estadounidense.
Este cambio de política migratoria estadounidense hacia Cuba tomó por sorpresa a cubanos que ya estaban en el sur de México, muy cerca de completar su travesía hacia Estados Unidos. “Nos enteramos hoy, es una cosa negativa para nosotros”, dice Alian Pino, un agricultor que salió de Cuba el pasado 19 de noviembre y que se presentó a solicitar en la ciudad mexicana de Tapachula un documento migratorio que le dará 20 días para abandonar México, sin riesgo de ser deportado.

El año pasado se produjo una crisis en países de Sudamérica, Centroamérica y México por la llegada de miles de cubanos, temerosos de que ocurriera lo que finalmente pasó: que la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos llevara a la eliminación de los privilegios que tenían cuando los dos países eran enemigos.

La Casa Blanca subrayó hoy que el fin de la política de “pies secos/pies mojados” para los inmigrantes cubanos está incluido en un acuerdo bilateral con Cuba y recordó al presidente electo de EE.UU., Donald Trump, que la “tradición” de la historia presidencial consiste en respetar ese tipo de pactos. “Este cambio de política ha quedado codificado en un acuerdo ejecutivo entre el Gobierno de EUA y el de Cuba”, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

“Hay una tradición de que los presidentes subsiguientes observen y se adhieran a los acuerdos ejecutivos hechos con otros países por el anterior presidente, a no ser, por supuesto que se tome una decisión específica de cambiar la política” hacia ese país, añadió Earnest. El portavoz del actual presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró, además, que la Casa Blanca informó al equipo de transición de Trump sobre el cambio en la política migratoria hacia Cuba “poco antes de que se hiciera público” este jueves.

El equipo de Trump todavía no ha emitido hasta ahora ningún comentario sobre el cambio. Earnest reconoció que, cuando Trump llegue al poder, el 20 de enero, “podrá ejercer toda la autoridad ejecutiva de la Presidencia”, pero aseguró que hay “motivos convincentes para seguir normalizando las relaciones” con Cuba.

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