Una madre de Ohio fue acusada de fraude por matricular a sus hijas en un distrito escolar que no le correspondía a su domicilio y, al negarse a pagar US$30,000, fue sentenciada a 10 días en la cárcel y a un periodo probacionario, informó ABC News.

Kelley Williams-Bolar dijo que solo buscaba que sus hijas asistieran a una escuela pública mejor y — aunque el padre de las niñas vive en el área de Copley-Fairlawn donde estudiaron las niñas — no es el distrito de Akron que les correspondía.

Funcionarios del distrito la acusaron de mentir sobre su domicilio y falsificar documentos para poder enviar a sus hijas a Copley-Fairlawn.

Un funcionario del distrito escolar dijo que las niñas estaban recibiendo una educación de alta calidad sin pagar los impuestos necesarios.

La señora Williams-Bolar dijo que lo había hecho para proteger la integridad física de sus hijas. “Se nos entraron los rateros a mi casa y sentí la necesidad de hacer algo”. Dijo que vivía medio tiempo con el padre de ellas.

El distrito escolar contrató un investigador quien grabó a la señora llevando a sus hijas a la escuela.

La jueza que dictó la sentencia de 10 días de cárcel, 3 años de probación y trabajo comunitario, dijo que la draconiana medida buscaba servir de ejemplo y enviar un mensaje para que otros padres de familia no defraudaran los sistemas escolares.

Artículo en inglés

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