PuñoLas mano humana evolucionó hasta alcanzar su forma actual no para usar herramientas, sino para golpear mejor al prójimo, indica un nuevo estudio de la Universidad de Utah.

Escribe Sara Reardon en New Scientist que el investigador principal del estudio sostiene que podría haber terminado en diversas maneras si su objetivo fuera únicamente sujetar herramientas.

Sin embargo, solo hay una manera de cerrar en un puño que permita darle duro y parejo a otro.

Por esa razón terminamos así.

Dice New Scientist que, a diferencia de otros primates, nuestros dedos son lo suficientemente cortos como para cerrar en las manos y nuestros pulgares oponibles alcanzan a través de los dedos para reforzar el propio puño dando una potencia máxima de golpe.

El investigador dice que su teoría podría explicar por qué los niveles elevados de testosterona de los hombres hacen que sus dedos anulares sean más largos que los dedos índices.

Esta combinación particular del largo de los dedos se traduce en un puño mejor; es decir, los hombres dominantes con altos niveles de testosterona serían mejores combatientes, dice el estudio.

Artículo en inglés

Ilustración cortesía vector portal via flickr