Después de una votación el viernes que bloqueó nuevos testigos y evidencia, la votación final sobre la condena al presidente está programada para el miércoles pero es más una formalidad, ya que la exoneración fue anunciado desde antes de se iniciara el impeachment.

Tendrá lugar, sin embargo, después de las asambleas (caucus) de Iowa y el discurso del Estado de la Unión, el cual pronunciará el martes.

Trump ostentará su victoria y su agravio durante la campaña, libre de restricciones del Congreso, listo para deleitar sus multitudes de aduladores — blancos de bajos ingresos y educación, religiosos evangelistas, veteranos de las guerras recientes. Será el primer presidente en la historia de EUA en enfrentar a los votantes después de un juicio político.

El presidente sale fortalecido de este proceso, con un sentido de invulnerabilidad puesto que tiene en sus manos un comodín que le permite hace lo que quiera: “El privilegio Presidencial”. El viernes en la noche, el Departamento de Justicia citó el “privilegio presidencial” como su razón para no hacer públicos docenas de correos electrónicos escritos por funcionarios de la administración Trump sobre la suspensión de la ayuda militar a Ucrania. Heather Walsh, abogada de la Oficina de Administración y Presupuesto, reconoció en una presentación judicial el viernes por la noche que 24 correos electrónicos “reflejan las comunicaciones del Presidente o del Vicepresidente”. Es decir, la misma evidencia a la cual los demócratas no tuvieron acceso.

Estos correos electrónicos, dijo, están protegidos por el “privilegio presidencial” y, por lo tanto, no deben ser eliminados como parte de la solicitud de la Ley de Libertad de Información del Centro para la Integridad Pública. En diciembre, ;a administración Trump hizo públicos varios correos electrónicos relevantes para la solicitud en diciembre, pero fueron fuertemente redactados y el Centro para la Integridad Pública ha promovido versiones completamente no editadas.

Igual con el testimonio de John Bolton: No lo permitieron por motivos de seguridad nacional.

Bernie SandersMientras tanto, en la campaña por la nominación de los demócratas, el nuevo grito es la capacidad de derrotar a Donald Trump. Bernie Sanders, el social demócrata, podría resultar ganador. No solo ha logrado recaudar más dinero en contribuciones pequeñas que cualquier otro candidato (el dinero compra medios, moviliza gente, permite contratar profesionales), sino que además cuenta con un verdadero ejército de activistas: Jóvenes, llenos de energía, asqueados con la política tradicional, y sintiendo en carne propia el agobio de la deuda estudiantil, falta de empleo y oportunidades.