Conmovedora historia de Caine, ElMolinoonline.comAdvertimos a nuestros lectores que si les da vergüenza que se le humedezcan los ojos de emoción, mejor no mirar este video. Ni leer este relato.

Porque “Caine Arcade” le va a llegar directo al corazón.

Se trata de Caine, un niño de 9 años de East Los Angeles, un sitio donde la pobreza es el pan de cada día, que pasó todo un verano en el taller de repuestos automotrices de su papá. Eso nos lo dice Deborah Netburn en Los Angeles Times.

Caine no tenía costosos video juegos, ni tampoco ganas (o permiso) de salir a las calles a hacer maldades.

Combinó su imaginación, la aptitud de sus manos, con su amor por las galerías de juego, que en inglés se llaman “arcades”.

Usó cajas de cartón — las mismas en que llegaban los repuestos que vende su papá — y construyó una galería que poco a poco fue expandiendo.

Explica Los Angeles Times que Caine primero construyó un juego de basquetbol, luego uno de fútbol. Funcionaba mediante ganchos, pitas, a veces él mismo empujaba los boletos por ranuras de las cajas.

Durante algún tiempo, los clientes del “arcade” de Caine se contaban con los dedos de una mano, dice Los Angeles Times.

Hasta que un buen día llegó a la tienda Nirvan Mullick, cineasta que sencillamente quedó descrestado con este asombroso y recursivo chico. Obtuvo permiso a su padre para grabar un video, “Caine’s Arcade”.

Pero el director no paró ahí, agrega.

Mediante las redes sociales organizó un flashmob (grupos de gente reunida espontáneamente) que, sin que Caine tuviera la menor idea, le sorprendió completamente, a la vez que realizaba su sueño infantil de llenar de vida su obra.

Según Caine a su padre fue el mejor día de su vida; para nosotros ha sido una inspiradora manera de comenzar nuestro.

La historia va un paso más allá: el video se ha distribuido viralmente.

Y Mullick iniciado una beca para Caine, que ya ha recaudado más de US$80,000.

Artículo en inglés

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