Barack Obama, presidente de EUAAdemás de reconocer ante el electorado hispano en estados como Florida, Colorado, Nevada y Virginia que él comprende su frustración con la falta de resultados sobre la prometida reforma migratoria y la constante ola de deportaciones, el anuncio ayer del presidente de EUA Barack Obama de que se suspenderían las deportaciones de los jóvenes que califiquen para la ley Dream es una movida política que pone a Mitt Romney a la defensiva, escriben Helene Cooper y Trip Gabriel en el New York Times. 

Reconoce que el elector hispano podría decidir la elección, dice el Times.

Fue una “movida política sin rodeos, una jugada para ganar un bloque electoral clave en los estados que decidirán si le elijen para un nuevo mandato. Pero en cuanto a movidas políticas, tiene el potencial de producir ganancias considerables”.

Y no pudo venir en un mejor momento, apunta.

Las últimas semanas ha visto cómo la campaña por la reelección de Obama se atoraba, incapaz de dictar la agenda, dice.

Esto ha cambiado. “El anuncio del presidente pone a [Mitt] Romney, cuyo partido está dividido sobre el tema, en una situación incómoda, presionándolo a que elija entre alienar aún más a los latinos ya irritados ante las posturas contra los inmigrantes indocumentados que asumió durante la elección primaria y alienar a los conservadores que rechazan cualquier política que asemeje la amnistía”.

Artículo en inglés

Foto cortesía Casa Blanca