Patrick Murray, encuestador de Monmouth University en New Jersey, dice que el actual gobernador Chris Christie, de quien se rumora a gritos posee ambiciones presidenciales, tiene magníficos dotes políticos. “Es el político más natural que he visto desde Ronald Reagan. Se relaciona excepcionalmente bien con la gente”.
Ello, respaldado con buenos resultados en una reunión de precandidatos en el estado de Iowa y el lanzamiento de su Comité de Acción Política, debería haber producido magníficos resultados durante un viaje reciente a Londres, en donde Christie debía mostrar que es de la talla de un líder internacional, informa Jonathan Easley en The Hill.
El resultado ha sido todo lo contrario, dice.
Al llegar a Londres, el New York Times publicaba un extenso y poco halagador artículo que nombra los partidarios del gobernador que le han pagado costosos viajes familiares; describe las caprichosas exigencias del gobernador como viajero invitado, en clara contradicción con su imagen de una persona sencilla. “La nota le pinta como un individuo que usa sus conexiones políticas para saciar sus excesivos gustos”.
Luego, vinieron acusaciones de que fiscales federales están llevando a cabo una investigación criminal relacionado con el despido de un fiscal que investigaba partidarios de Christie.
Y para remate de males el gobernador se pronunció en contra de las vacunas obligatorias a los niños.
En pocas palabras, fue un viaje entre maluco y pésimo para el gobernador y posible candidato, que solo puede beneficiar a Jeb Bush, especialmente en vista de que Mitt Romney ha optado por no postularse nuevamente.