Michelle Obama en traje de Jason WuCon una primera dama que ha llegado a ser un ícono de la moda mediante el apoyo constante a nuevos diseñadores y una agenda política progresista, la campaña por la reelección de Barack Obama goza del respaldo activo del mundo de la moda, escribe Katherine Boyle en el Washington Post.

Ello se traduce en una presencia notable de los capos de la couture en actos de la campaña, igual que en la recaudación dinero, sin el cual en estos momentos de efervescencia y calor políticos no se llega a ningún lado.

La semana entrante, dice, Anna Wintour, editora de Vogue y una de las personas más influyentes en la industria, se unirá a la supermodelo Imam, para un evento de la campaña en Chicago: US$1,000 cuesta la entrada.

Toda la maquinaria viene en marcha desde hace ya un tiempo, dice.

En febrero de este año, justo antes de que comenzara la Semana de la Moda en New York, Wintour y Scarlett Johansson participaron en un acto de Runway to windonde 22 diseñadores presentaron camisetas, pañoletas y pulseras cuyas ventas ayudarán a financiar la campaña — en el 2008 habían recaudado más de US$1 millón, dice.

La relación “simbiótica”, señala el Washington Post, se nota con solo ver a la elegante primera dama Michelle Obama.

Vera Wang. Michael Kors. Diane von Furstenberg. Narciso Rodríguez. Marchesa. Tracy Reese. Jason Wu. Y muchos más. Son todas marcas de lujo estadounidenses a las que Michelle Obama ha dado un fuerte impulso, dice.

Ahora, la industria muestra su agradecimiento.

Artículo en inglés