Donald Trump y Hillary Clinton ganaron sólidas victorias en las elecciones primarias del estado de New York, cumpliendo los pronósticos de todas las encuestas.
En el campo republicano, Trump aplastó a sus dos rivales, el gobernador John Kasich de Ohio, y el senador por Texas, Ted Cruz, quien no obtuvo ni un solo delegado.
En los demócratas, Clinton paró una racha de siete victorias de Bernie Sanders en previos estados. Clinton, quien representó a New York en el senado entre 2000 y 2009, le aventajó por 14 puntos. En términos de delegados, Clinton se lleva 173; Sanders 106.
Su campaña tenía el apoyo del oficialismo del partido demócrata, desde el gobernador Andrew Cuomo al alcalde Bill Blasio de New York, hasta congresistas y senadores, asambleístas y otros funcionarios de una de las más poderosas maquinarias políticas del país.
Encuestas a boca de urna dan a Sanders el importante voto de la juventud de 18-30 años, con 72% de este voto. Clinton, por su parte, obtuvo el 70% del segmento mayor de 70 años.
La elección en el estado de New York fue cerrada, es decir solo pudieron votar las personas inscritas dentro del partido demócrata o republicano. Los independientes no pudieron votar — probablemente muchos de los que asistieron a los multitudinarios mítines de Bernie Sanders.
Igualmente, se registraron irregularidades. Larguísimas colas en algunos sitios y el retiro de 120,000 votantes de los registros en Brooklyn. El alcalde ha anunciado que se realizará una investigación.
La victoria de Trump significa que muy probablemente él será el candidato de los republicanos para enfrentar al ganador entre los demócratas. El establishmente republicano está comenzando a resignarse.
Hillary Clinton, en su discurso de celebración dijo que la victoria está a la vista. Algunos analistas políticos dicho que Sanders debería retirarse de la campaña ya que su victoria es cada día más improbable. Otros dicen que si quiere permanecer en la contienda debería debjar de atacar la integridad de Hillary Clinton.
El socialista dice que su campaña sigue, centrándose en los estados de Connecticut, Delaware, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island, donde Hillary Clinton encabeza las encuestas para los comicios del 26 de abril.
