Tardó casi un año, quizás con al esperanza de que el mundo olvidara. Pero, según informa Reuters, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman finalmente rompió su silencio sobre el salvaje asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi en Estambul en octubre pasado.
La CIA y algunos gobiernos occidentales han acusado al príncipe heredero de ordenar la muerte de Khashoggi en el consulado saudí, acusaciones que él niega. El presidente Trump, su secretario de estado Mike Pompeo, y su yerno Jared Kushner, aparentemente jamás creyeron que el joven príncipe fuera culpable. O si lo creyeron, lo mantuvieron en secreto.
Sin embargo, en una entrevista con PBS, el príncipe dijo que acepta la responsabilidad por el homicidio que empañó su imagen en todo el mundo. Khashoggi fue secuestrado en el consulado donde estaba haciendo un trámite, fue ultimado, descuartizado y su cadáver desaparecido.
“Sucedió bajo mi mandato. Tengo toda la responsabilidad, porque sucedió bajo mi mandato “, dijo a PBS para un documental que saldrá al aire el 1 de octubre, antes del primer aniversario del asesinato de Khashoggi.
Ante la pregunta de cómo pudo haber tenido lugar el asesinato sin su aprobación directa, el hombre conocido como MBS dijo: “Tenemos 20 millones de personas. Tenemos 3 millones de empleados del gobierno.
