Casi mata estriper con inyecciones de silicone en las nalgasSi Kimberly Smedley, de 45 años de edad y residente de Georgia, es culpable de lo que lacusa el gobierno federal, todos los que buscan el trasero perfecto podran dormir tranquilos libres de preocupaciones sobre posibles “turupes, inflamaciones, ondulaciones, descoloraciones de la piel e infecciones”.

Según The Smoking Gun, Smedley fue detenida en octubre en un hotel de Washington D.C., seis meses después de que la Administración de Drogas y Alimentos de EUA (FDA por sus siglas en inglés) iniciara una investigación por inyectar silicones en los traseros de una serie de mujeres.

En su posesión, al momento del arresto, encontraron jeringas igual que un mensaje por text que decía, “Una cita a las 4 mi tía y yo queremos hacernos las caderas”.

Las autoridades dicen que ofrecía inyecciones de silicone en las nalgas a estripers y bailarinas exóticas.

El objetivo era darles glúteos más grandes y rellenos, según indican los documentos de la corte.

Usaba silicone comprado, literalmente, en la tienda de la esquina, sin ningún tipo de regulación médica, dice.

Casi le cuesta la vida a una bailarina, que se enteró de los servicios de Smedley a través de una amiga.

Dice The Smoking Gun que pagó US$1,000 cada una por cuatro inyecciones de silicone en las nalgas y las caderas, procedimiento que tuvo lugar en la habitación de un hotel. “A los dos días del tratamiento final, la estriper se enfermó y fue internada en el hospital Johns Hopkins con neumonía. Además tenía líquido en los pulmones”.

Permaneció 10 días en el hospital y sigue con silicone en los pulmones.

Dice que envió un mensaje por texto diciéndole, “Casi me mata”, al cual no recibió respuesta.

Fue a raíz de ese caso que se inició la investigación, apunta.

Agrega que Smedley reconoce que su práctica “es ilegal aquí pero en México es legal” y  que “no soy médico ni enfermera”.

Las autoridades siguen investigando cuantos traseros se ha arruinado a causa Kimberly Smedley.

Artículo en inglés