PuenteJonny Benjamin, quien padecía de un trastorno esquizoafectivo crónico, llegó a un punto hace seis años que quiso tirarse del puente de Waterloo en Londres.

Pero la providencia le trajo un extraño, que lo detuvo y habló con él durante media hora, diciéndole que “las cosas mejorarían”.

El hombre le ofreció invitarlo a una tasa de café. Charlaron y, de hecho, nunca se tomaron el café.

Benjamin no saltó.

Con solo un recuerdo nublado y como referencia el nombre “Mike”, Benjamin siempre recordó al buen samaritano y un día decidió buscarlo, escribe Taylor Berman en Gawker.

Gracias a la ayuda de la organización Rethink y, mediante las redes sociales y caras famosas, la voz corrió.

A los pocos días una muchacha supo que se trataba de su novio.

Se han reunido.

Benjamin estaba muy nervioso, agrega Gawker, pero Neil Laybourn (que es el verdadero nombre de “Mike”) estaba feliz.

Se abrazaron y hablaron por horas.

“He pensado en él a lo largo de estos seis años”, dice Benjamin. “Su ayuda fue clave en mi mejoría y siempre quise decirle ‘Gracias'”.

Se han tomado el café prometido hace seis años; piensan mantenerse en contacto.

 Artículo en inglés

Foto cortesía Martin Pettitt via flickr