Albert-WoodfoxEn abril de 1972, cuando Albert Woodfox fue acusado de asesinar a un guardian en el presidio de Angola, en Louisiana, EUA todavía tenía decenas de miles de tropas en Vietnam. Richard Nixon era presidente.

Ayer, luego de haber pasado 43 en aislamiento total, Woodfox salió libre de su encierro.

Durante cuatro década negó haber asesinado a Brent Miller. Pero a los 69 años y con problemas de salud, Woodfox aceptó un cargo menor de homicidio involuntario, tal cual negociaron sus abogados con los fiscales del estado.

Woodfox fue parte del grupo conocido ante activistas pro reforma penal como “Los tres de Angola”. Los otros dos fueron Robert King y Herman Wallace, condenados también por el mismo crimen. La condena de King fue anulada en 2001 y salío libre habiendo pasado 29 años en aislamiento. Wallace fue puesto en libertad en 2013, poco antes de que falleciera.

Los tres se negaron a aceptar culpabilidad por el asesinato. Sostuvieron que era represalia de los guardas del presidio porque eran activistas del partido de las Panteras Negras.

Así eran las condiciones del encierro, según King describió a NPR:

“Son celdas de tal vez 3 pies de ancho por 6 de largo y sin nada. Como una tumba. Hay una plancha de concreto para dormir. Se come tres veces al día — dos rodajas de pan con cada comida. Durante el invierno uno se congelaba, en el invierno se asaba. De cualquier forma siempre estaba con hambre”.

Dos veces a través de décadas de batallas legales, los tribunales fallaron a favor de Woodfox. Aún así, los fiscales del estado se preparaban para juzgarlo por tercera vez.

Dijo Woodfox, “Aunque estaba preparado para comprobar mi inocencia en un nuevo juicio, preocupaciones sobre mi salud y mi edad me han impulsado a resolver este caso ahora y obtener mi liberación mediante una declaración de nolo contendere ante cargos menores”.

Lo primero que hizo al salir del presidio fue visitar la tumba de su señora madre.

Según la página Solitary Watch, en EUA podría haber hasta 80,000 presos en similares condiciones de aislamiento, que han sido denunciadas por las Naciones Unidas como tortura.