La experiencia de Daniel E.Sickles ofrece esperanza a algunos políticos de la Gran Manzana. New York Public Library.
La experiencia de Daniel E. Sickles ofrece esperanza a algunos políticos de la Gran Manzana. New York Public Library.

Para sazonar un poco esta temporada electoral que resultará en un nuevo alcalde para New York City, dos políticos caídos en desgracia por asuntos de faldas (reales y cibernéticas) han pedido al público que les den otra oportunidad.

Pero tanto el antiguo gobernador Elliot Spitzer, quien tuvo que renunciar cuando se supo que frecuentaba una prostituta de nivel VIP y ahora busca el cargo de contralor de la ciudad, como Anthony D. Weiner, precandidato a alcalde a quien le acosa su reincidente envío de mensajes eróticos y fotos peniles a jóvenes mujeres que nunca ha visto en persona, tienen un precedente que les puede dar optimismo.

Se trata del congresista Daniel E. Sickles de New York, quien según cuenta Sarah Maslin Nir del New York Times les hace ver cómo angelitos.

Elegido al Congreso en 1857, dice el Times, dos años después Sickles fue arrestado, juzgado y exculpado por la muerte del amante de su esposa, Francis Barton Key frente a la Casa Blanca. (Key era hijo del ilustre Francis Scott Key, autor el himno nacional de EUA).

Una defensa de locura temporal convenció al jurado para dejarle en libertad.

Pero hay más, agrega el Times.

Entrada la Guerra Civil, Sickles fue nombrado general de la repúbica y en 1863 participó en la batalla de Gettysburg, donde según el Times, “desobedeció sus órdenes y muchos de sus hombres murieron”.

También como que tenía las hormonas altamente alborotadas: “Vamos a omitir, en aras de la brevedad, sus múltiples aventuras con prostitutas en los últimos años“.

Sin embargo, en la década del 1890, fue enviado nuevamente al congreso.

Así que señores Spitzberg y Weiner: ánimo.

Artículo en inglés

Imagen: New York Public Library via NYT